Este ritual comienza con una exfoliación corporal con guantes de lufa, que elimina las células muertas y activa la microcirculación.
A continuación se aplica una envoltura espumosa con jabón de Alepo, conocido por sus propiedades purificantes, calmantes y equilibrantes.
Para finalizar, disfrutarás de un masaje envolvente con aceite de Argán, que nutre en profundidad y deja la piel suave, luminosa y sedosa.